Enseñado en: IMM nº 6
Leído en: enero 2014 (sin Wrap Up)
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Addie y Eva son dos hermanas que están tardando en asentarse, para gran preocupación de sus padres. Así que cuando Addie da muestras de convertirse en el alma dominante, todos sienten un gran alivio. Sin embargo, Eva nunca llega a desaparecer. Su cuerpo no le obedece, pero ella sigue allí, y solo Addie lo sabe. Y, cuando de
Lo que más me atrajo del libro en un primer momento fue su portada. Me parece muy sinuosa y de una alta belleza.
Cuando leí su sinopsis, enseguida me llamó la atención el tema de las varias personalidades dentro de un solo cuerpo. Había leído ya un libro que trataba de eso (Pretty girl-13) pero se trataba de forma distinta.
Fui con altas expectativas a este libro y temía que me decepcionara, pero la verdad es que estoy bastante satisfecha con el resultado.
Se trata de una novela distópica. La historia se desenvuelve en una sociedad en la que los niños nacen con dos personalidades o almas y que con el paso del tiempo, normalmente antes de cumplir los 10 años, se asienta una de las dos, es decir, el cuerpo se libra del alma recesiva (la que menos domina el cuerpo).
Addie y Eva son las personalidades que ocupan el cuerpo de la protagonista. La más dominante siempre ha sido Addie, pero nunca han llegado a asentarse del todo. Eva sigue estando ahí, aunque no es capaz de controlar el cuerpo que las une ni hablar en voz alta. Solamente conoce su existencia Addie, su eterna compañera, y es importante que siga siendo así porque la gente que no se asienta, los llamados híbridos, son condenados a reclutamientos inhumanos apartados de la sociedad, ya que ''suponen un peligro''.
Todos los habitantes están en la obligación de avisar a las autoridades ante una posible presencia híbrida. Por eso, Addie tiene que esconder el secreto de que todavía alberga a la otra personalidad en su interior.
La historia es narrada por Eva. Nos va contando sus circunstancias, cómo es su relación con Addie, etc y ante tanta novedad, la historia se hace entretenida desde el principio.
Eva es la que mejor me cae de las dos personalidades, ya que Addie en algunas ocasiones demuestra un egoísmo que denota un carácter caprichoso. Entiendo que la sociedad en la que vive le haya inculcado una serie de ideales, pero a veces parece que no acepta su condición de híbrida a pesar de todo, y con estos pensamientos hiere mucho a Eva, dando a entender de que no le importa. Tampoco es capaz de dar el primer paso a la hora de disponer una disculpa tras una discusión con ella. Esto es algo que me hacía sentir lástima por Eva y desconsideración por Addie, pero tirando al final de la novela, vemos que Addie sólo es una víctima de la incomprensión que deben sentir todas las almas dominantes en los híbridos.
Si hay algo en especial que me ha atrapado de esta novela es el buen ritmo que lleva.
No se hace pesada, ocurren cosas (creíbles y no continuamente) sorprendentes que te mantienen con las ganas de pasar a la siguiente hoja, y a la siguiente...
Hay momentos de verdadera tensión en los que no dejan de asaltarte incógnitas, y en los que no despegas los ojos como platos del libro. Momentos en los que sabes que elegir un camino o otro puede dar un brusco giro a la historia... sientes la presión y las mariposas en el estómago ante las partes de acción, que están muy pero que muy bien desarrolladas.
Si de algo me quejo es de las partes previsibles que tiene la novela, sobretodo en la primera mitad del libro.
(Ha habido momentos en los que me han dado ganas de pegarle una colleja a la prota, ya que actuaba con una ingenuidad digna de un niño de primaria y era desquiciante tenerme que imaginar a mí en la situación para resolver el asunto xD)
El tema del amor, a mi parecer, es algo que se ve venir, pero no acapara mucho espacio en la historia y me hubiera gustado que tuviera más protagonismo, aunque entiendo (por las circunstancias de los protagonistas) por qué no ha sido así.
Tengo la sensación de que en las siguientes entregas de la trilogía, se le dará un poquito más de prioridad (al menos, eso espero).
El final queda bastante más cerrado de lo que al menos yo estoy acostumbrada que terminen las sagas y todo este sinfín de libros unidos entre sí. Se estabiliza la historia pero a su vez siguen quedando algunos hilos secundarios sueltos que esperas ver resueltos en la segunda parte pero que no te muerdes las uñas por que salga, cosa que se agradece muchísimo.
No me arrepiento para nada de haberlo comprado y estoy segura de que lo releeré y que continuaré con la trilogía.
En resumen, Lo que queda de mí es una buena historia que te engancha desde el principio, contiene una intriga deliciosa y el ritmo es perfecto aunque a mi parecer la falta algo... tal vez un toque sorpresa y una trama un poco más rebuscada. Espero que estos detalles sean compensados más adelante. Es un libro de esos en los que sigues pensando tras días de haberlo leído.
Si buscas leer algo distinto, una historia con la que meterte de lleno en la piel de los personaje, este es tu libro. Lo disfrutarás muchísimo.