Imperfectos (Cecelia Ahern)


Celestine North tiene una vida ideal. Es la hija y hermana perfecta; es apreciada por sus compañeros de clase y sus profesores; y es novia del encantador Art Crevan. Cuando Celestine se enfrenta a una situación que la obliga a tomar una decisión impulsiva, rompe una de las reglas del Tribunal y se enfrenta a unas consecuencias que podrían dar un giro total a su vida. Podría acabar en prisión. Podrían marcarla. Podrían descubrir que es imperfecta.


Imperfectos 1 (de 2)
Editorial B de Blok
392 páginas
ISBN: 9788416712090
p.v.p papel: 14,25€
p.v.p digital: 5,49€
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Hay que ver qué ganas tenía de leer una distopía. Y es que creo que este género se está decantando por mi favorito cada vez más. El último contacto que tuve con él fue en marzo con Historia de Julia (Odio el rosa 5) y la lectora que llevo dentro me pedía más. Un gran miedo que tengo a la hora de ponerme a leer nuevas distopías es que caigan en tópicos o repeticiones de otras tramas, sin embargo, en esta ocasión he tenido suerte y me he encontrado con una historia única y escrita con gran personalidad que desde la primera página ha captado todo mi interés.


La narración en primera persona pertenece a Celestine, la protagonista. Presenta su vida en un panorama social dividido en dos tipos de personas: perfectos e imperfectos. Ella, junto con su familia, es perfecta. Esto significa que vive cómodamente, esforzándose por adquirir buenos hábitos sin caer en ningún exceso ni comportamiento que la haga parecer ''no perfecta''. Vive como una persona normal, sin la letra ''I'' de imperfecto grabado a fuego en algún punto de su cuerpo; porque sí, eso es lo que diferencia a los imperfectos de los perfectos, que llevan la marca que se les hace y una pulsera con una ''I'' roja en la muñeca para que se les pueda identificar fácilmente. Además, los imperfectos sólo pueden comer alimentos básicos, tienen toque de queda y no pueden gozar de ''privilegios'' de los perfectos. Hasta tienen asientos específicos en el transporte público y no pueden agruparse entre ellos. Abreviando, son unos apestados, repudiados por el resto de perfectos. El objetivo de este sistema se basa en que a raíz de adquirir buenas conductas, se establecerá un mundo mejor, más sano y constructivo. Cuando un perfecto es sospechoso de no serlo o ha cometido alguna falta, se le somete al Tribunal de Justicia, que es quien decide si pasa a ser o no imperfecto. De serlo, se le es marcado en una parte del cuerpo que corresponde al tipo de falta cometida: ''por una mala decisión, en la sien. Por mentir, en la lengua. Por robar, la palma de la mano derecha. Por deslealtad o mentir al Tribunal, en el pecho por encima del corazón. Por salirse de la línea marcada por la sociedad, la planta del pie derecho.'' Así de escalofriante. Desde que supe esto al principio de la historia me quedé boquiabierta. Con la sucesión de la trama, la organización de esta sociedad me iba interesando más y más, de forma que me sumergí de lleno en la historia.

A pesar de que algunos puntos puedan parecer predecibles, creo que son en parte necesarios, ya que esta novela esconde muchos puntos de denuncia que a mí me parecen importantes como la falta de libertad de expresión en prensa, lo influyente de ser una imagen pública, la fuerza del peso con que cae una opinión importante sobre los demás y la doble moralidad. He comprobado que el interlineado de esta historia es tanto o más importante que la trama en sí, ya que, bajo mi punto de vista, ha sido una excusa muy acertada para tratar estos temas. En ningún momento estoy diciendo que esto sea un punto negativo, al contrario, la autora ha aprovechado muy bien la oportunidad y ha juntado todo lo que tenía que decir en voz alta en un material que ha resultado, al menos para mí, más que satisfactorio. Se nota que ha plasmado toda su idea inicial del proyecto con firmeza y voz propia. La novela desprende personalidad, y su punto más fuerte es Celestine; es mediante ella que se percibe valentía, poder de lucha e incluso agresividad ante las injusticias. Palabras propias de Cecelia Ahern lo aclaran: ''Cada palabra y cada sentimiento surgieron del corazón. Si contiene, como espero, algún mensaje, es este: nadie es perfecto. No debemos pretender que lo somos. No debemos etiquetar a los otros y creer que no somos como ellos. Debemos comprender que todo ser humano es un ser imperfecto, y aprender de cada error para no volver a cometerlo.'' 

''Cuando las derrotas son tan enormes, las victorias son pequeñas. Pero están ahí, tienes que saber reconocerlas cuando las ves, minúsculos retazos de luz y esperanza ocultos en la oscuridad.''

Reconozco que no me creé altas expectativas a la hora de empezar esta lectura por lo que comentaba al principio del miedo con este género; no obstante, me ha sorprendido gratamente y la he disfrutado mucho. Tengo fuertes esperanzas depositadas en la segunda (y última) parte de esta historia que han sido reforzadas por el final de este primer libro cuyas últimas páginas devoré con ansia.

Sinceramente, creo que esta es una novela que puede gustar independientemente del género literario al que se esté acostumbrado, pero sé que lo hará mucho más a los amantes de las distopías e historias ambientadas en el futuro. Es una historia a la que no le falta de nada y está muy bien llevada, con un ritmo paulatino que se incrementa en los momentos clave.
''El momento más doloroso de mi vida también fue el momento en que mostré más fuerza y valor.''
Imperfectos ha sido una lectura tan sorprendente como satisfactoria que recomiendo a cualquier lector del género juvenil, animándole a profundizar en el contenido más allá de la trama, ya que encierra grandes dilemas que afectan a una sociedad no tan futurista y no tan ficticia.
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