Lara acude a comprar unas entradas para una sesión DJ. Diego está esperando la cola para arreglar los papeles de inmigración. El destino hará que se conozcan, dice Diego. O la mala suerte, según Lara. Esta es la historia de los dos, y de un curso que empezó con una catástrofe y terminó con una fiesta. Aunque todo depende de cómo se cuente la historia.
246 páginas
ISBN: 978-84-675-9771-4
p.v.p papel: 9,95€
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En colaboración con Ediciones SM ♥
¡Mi primera lectura fresquita del año! Y es que no me había equivocado en absoluto con las expectativas que tenía depositadas en este libro. Me apetecía precisamente esto; una novela ligerita de degirir, rápida y que no pasase desapercibida. Pues bien, en Corazón de cactus y más formas de querer he quedado muy satisfecha en este aspecto, he conocido a unos personajes entrañables, cuyas historias me han atrapado y he devorado esta novela en un solo día.
Para empezar, decir que es una novela realista como la vida misma, de hecho, de eso va el libro, de la vida de cuatro estudiantes y lo mucho que éstas puede cambiar de un curso para otro. Así, a lo largo de estas páginas, se vive un periodo que abarca justo el anterior al nuevo curso hasta el siguiente. De estos cuatro estudiantes fundamentales en la historia, hay una protagonista, Lara, que será el epicentro de toda la trama. Se trata de una chica de quince años apasionada y entregada a las causas que ella considera injustas. Así, tiene una capacidad de liderazgo inmensa y una imaginación desbordante. Su gran sueño es llegar a ser PD o DJ, junto con Martina, su mujer amiga. A esta pareja se les unen Núria y Rafa, dos amigos de ambas y que, juntos, forman una pandilla de lo más unida. Pero todo empieza a cambiar el día en que Lara se encuentra por primera vez con Diego, un encuentro, además, de lo más inesperado para ambos. Pero no quiero que penséis que ésta es una historia de amor, porque sí, hay amor, pero también hay desamor, amistad, enfrentamientos, discusiones, reconciliaciones, celos, llantos, risas... es como ya he dicho, realista.
En esta historia se transmite muy bien el proceso del cambio en la adolescencia, cuando ya no todo es tan fácil o tan bonito como uno cree de pequeño. Así, la toma de decisiones, propias y ajenas, pueden afectar salvajemente todo lo establecido anteriormente. No obstante, es a base de ese ensayo-error que se logra aprender un poquito más de la vida y adquirir una personalidad aún más propia. La experiencia, al fin y al cabo.
''Porque el tiempo es elástico y caprichoso y da mucho margen para las sorpresas mayúsculas.''
Y si hay algo que me ha encantado de esta historia es la intervención que hace la propia autora en la narración. De vez en cuando, se convierte en la voz narradora omnipresente de la novela, la que conoce todos y cada uno de los secretos de la misma y hace alguna que otra aclaración o aporta algún detalle que se desconoce a priori. Gracias a estas intervenciones he disfrutado aún más de la historia.
''Cómo me habría gustado poder susurrarles al oído cuatro verdades: que los humanos podemos llegar a ser muy tontos, o que los problemas y malentendidos hay que hablarlos o se pudren.''
Entre todas las lecciones que se aprenden desde la piel de los personajes, hay una que me gusta especialmente, la del feminismo. Y la voz encargada de llevar ese mensaje al lector es Lara, mediante su día a día y la forma que tiene de pensar y afrontar diferentes situaciones que le crean conflicto. A mí me ha parecido una prota genial, de la que se puede aprender mucho y a la que, sin duda, hay que escuchar muy bien y saber entender.
''(...) sin agobios, ni destinos, ni predestinaciones, ni medias naranjas. Una naranja entera y otra naranja entera hacen más zumo que media y media.''
He de reconocer que al principio me costó mucho ponerme en su piel porque ambas somos muy diferentes, pero a raíz de eso también he sabido darme cuenta de que tenemos mucho que aprender de las personalidades diferentes a las nuestras y que solo ellas sabrán aportarnos eso que nos falta.
En resumen, Corazón de cactus y más formas de querer es una novela que recomiendo mucho, sobretodo a lectores adolescentes. Les diría que se sumerjan en esta historia sin prejuicios y dejando que lo demás surja solo.
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